Ayer Perú anduvo demasiado
nervioso en la cancha. Apresurados, vertiginosos sin necesidad de serlo. La selección
salió más a la carga que al ataque. Bueno, las eliminatorias pintan así. Bolivia marcó el primero y dejo a
más de uno con la boca abierta. A los 37, el arquero boliviano despeja a medias
un balón, Cruzado la coge, la empalma y la clava en el ángulo.
Hace unos años me acuerdo haberlo
visto en Matute, vistiendo la camiseta de alianza y teniendo buenas y malas.
Nunca destacó, siempre fue perfil bajo y algo trotón. El menor de un clan
futbolero (su hermano Angelo se gana los panes jugando en el Inti gas), Rinaldo
se hizo paso con perfil bajo y mucha pelota al piso.
La evolución del ex jugador
Chiclayano me sorprendió. Cuando la pelota pasaba por él Perú tenía claridad.
Rinaldo Juega y hace jugar. Ojalá llegue enterito el siete de octubre, día que
comienza todo.
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