Cuando nací internet era todavía un elemento inexistente
para la mayoría. Todos se comunicaban por teléfono, cartas y algunos novísimos celulares
que salían al mercado con precios estratosféricos. De niño me divertía viendo televisión (como esto),
jugando con mis amigos del barrio y leyendo uno que otro cuento. Ahora todo eso
ha cambiado.
Así fui creciendo. En el colegio nos comenzaron a enseñar “Logo”,
la famosa tortuga digital que aparecía en la pantalla del ordenador. Esta primera
experiencia fue, sin ninguna duda, traumática. Los números, el teclado, los
comandos a ingresar; un lenguaje nuevo al que mi cerebro no se adecuaba (hasta
ahora).
Debe ser a los 10 u 11 años que entre por vez primera al “emocionante”
mundo del internet. No me acuerdo cual fue la página que me inauguro en el
ciberespacio, solo me acuerdo que todo era muy lento y muy complicado. ¿Por qué
tenía que escribir “www” al inicio? Curioso elemento de este nuevo mundo
inexplorado.
Y paso el colegio y ya todos sabían manejar a la perfección
este mundo binario. Ver a un niño metido en 10 sitios web al mismo tiempo es
algo rutinario. ¡Como han cambiado los tiempos! A decir verdad yo extraño ser
niño y jugar con mis amigos del barrio, ver televisión o leer uno que otro
cuento. Aun soy algo reticente a los “likes” del internet.